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EL CAMINAR DE LA DIÓCESIS DE TORREÓN Y SUS PROTAGONISTAS.

La diócesis de Torreón tiene camino recorrido e historia que contar. El proceso evangelizador en la laguna al igual que el resto del país va estrechamente unido al deseo expansionista de los primeros conquistadores españoles a la par que los primeros misioneros, con el afán de la riqueza para la corona de España para unos y la evangelización de los naturales para los otros.

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Los primeros misioneros y conquistadores que visitaron estas tierras laguneras lo hicieron a finales del siglo XVI, fundando pueblos y villas dotándoles de autoridades y misioneros. La expansión colonial en el noreste llegó desde Zacatecas, Fray Pedro de Espinareda fue el primer misionero que llegó a la laguna por el año de 1567 e informó a la audiencia de Guadalajara para pedir que se enviaran misioneros a este lugar. El Capitán Francisco de Ibarra, nombrado gobernador de la Nueva Vizcaya por el Virrey Luis de Velazco, fundó Durango en 1563 y repartió mercedes en Coahuila por el año de 1569. Así el territorio de la laguna de Coahuila quedó estrechamente unido al de Nueva Vizcaya y pronto llegarían a fundar pueblos en los derramaderos del río Nazas y sería tarea esta de los jesuitas. El primero de estos misioneros jesuitas es el padre Agustín de Espinoza que llegó por el año de 1598 fundando la misión de Parras ese mismo año y posteriormente la misión de San Pedro de la laguna y sus alrededores.

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La diócesis de Durango fue fundada en 1620 y a ella pertenecía el territorio de Coahuila hasta la fundación de la diócesis de Saltillo en 1881 y quedando dentro de esta el territorio de la laguna de Coahuila.

A Principios del siglo XX, las poblaciones laguneras habían crecido significativamente por lo cual el obispo de Saltillo creó nuevos parroquias en la laguna para responder a las demandas pastorales de la población. Para la segunda mitad del siglo, esta es una región considerablemente fuerte en todos sentidos y en el año de 1958 por la Bula “Qui hanc ob causam” (por estas letras), el Papa Pio XII creó la Diócesis de Torreón, la cual fue erigida canónicamente por el entonces Delegado Apostólico Luigi Raymondi, el 19 de Abril del mismo año. El territorio de la nueva diócesis comprendía los cinco municipios coahuilenses de San Pedro, Viesca, Matamoros, Francisco I. Madero y Torreón con una extensión de alrededor de 24 mil kilómetros cuadrados, desmembrados de la diócesis de Saltillo.

El mismo Papa Pio XII, nombró como su primer obispo, al entonces rector del seminario de Saltillo, Pbro. Fernando Romo Gutiérrez, consagrado como tal el 20 de Abril de 1958 en el templo del Perpetuo Socorro y celebró su primera misa Pontifical en la Parroquia de Guadalupe de Torreón.

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Apenas erigida la diócesis, el obispo y su presbiterio, religiosa y laicos inician la tarea de darle vida a esta nueva diócesis con Jornadas Cristianas, Acción Católica, Juventud Obrera Católica, Movimiento Estudiantil, Movimiento Familiar Cristiano, Cursillos de Cristiandad, Movimiento por Un Mundo Mejor y otros.

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Las labores de la naciente “Iglesia Particular” comienzan con 26 sacerdotes religiosos y 13 diocesanos. 5 parroquias en el campo mas la de Concordia atendida desde San Pedro y tres en la ciudad. Uno de las primeras acciones importantes fue la creación del seminario para alimentar las necesidades pastorales futuras y ello se logró al colocar la primera piedra y bendición del mismo, el 19 de Abril de 1959.

A 4 años de su consagración le toca participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965) lo cual permitió dar un impulso nuevo a la evangelización y catequesis de la Iglesia Universal y por lo mismo de nuestra diócesis, con un obispo conciliar al frente y con una conciencia de lucha y trabajo por responder a las necesidades espirituales y sociales de la Iglesia particular a él confiada como su pastor propio. Durante su administración se erigieron 14 nuevas parroquias y muchos templos y capillas, muchas de las cuales llegarían posteriormente a ser parroquias.

Don Fernando, permaneció al frente de la diócesis desde su erección en 1957 hasta 1990 como titular. La enfermedad lo llevó a pedir al Papa una ayuda y se le ofreció como “Coadjutor” (ayuda episcopal con derecho a sucesión) a Mons. Don Luis Morales Reyes, nacido en Churumuco, Mich. El 5 de Julio de 1936 y ordenado sacerdote el 2 de Diciembre de 1962 y elegido Obispo el 8 de Marzo de 1976 y consagrado el día 4 de mayo siguiente como auxiliar de Tacámbaro y después como titular hasta su nombramiento como coadjutor de la diócesis de Torreón el 20 de abril de 1985 y como titular el 16 de julio de 1990.

Esta etapa de la Iglesia Lagunera se caracteriza por la restructuración pastoral bajo la guía de un plan diocesano que se había ido gestando desde años anteriores y que finalmente vería su realización con su primera etapa  de 1988 a 1992 y su siguiente programación. Las visitas pastorales fueron un hilo conductor y motor para la aplicación del plan diocesano de pastoral. Don Luis Morales acompañó todo el proceso pastoral caminando con el pueblo en innumerables visitas pastorales y atención a sus colaboradores laicos, religiosas y sacerdotes. En su caminar por la diócesis y conociendo las necesidades pastorales se preocupó de atenderles con pastores que le ayudaran en esta labor. Erigió 21 nuevas parroquias, bendijo muchas capillas y un gran centro de pastoral bautizado con el nombre de “Centro Saulo”. Para dar continuidad al plan diocesano instituyó en el mismo centro  el Instituto Pastoral Paulo VI.

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Otra etapa del desarrollo evangelizador de la Laguna le corresponde al tercer obispo de la diócesis Don José Guadalupe Galván Galindo. Oriundo de Cadereyta Jiménez Nuevo León que lo vio nacer un 21 de Agosto de 1941. Ingresó al seminario de Monterrey en 1954 para realizar sus estudios de humanidades y filosofía y luego en Montezuma, Nuevo México U.S.A. la teología para ordenarse sacerdote el 29 de Junio de 1965. Después de los muchos servicios pastorales prestados a la Arquidiócesis de Monterrey; el Papa Juan Pablo II, lo nombra V Obispo de Ciudad Valles S.L.P. el 8 de Julio de 1994 y fue consagrado como obispo el 10 de agosto del mismo año. El mismo Juan Pablo II lo nombre III obispo de la diócesis de Torreón, cargo que asumo el 14 de Diciembre del 2000.

En su toma de posesión, después del reconocimiento a los dos obispos anteriores, expresó: “Estimados sacerdotes y diáconos del clero diocesano y reverendos sacerdotes religiosos que sirven a esta iglesia particular de Torreón; me presento ante ustedes como hermano y amigo, para formar, desde este momento, parte de este presbiterio diocesano y presidirlo en la caridad”.

 “Bajo la conducción pastoral primero de Mons. Fernando Romo Gutiérrez, posteriormente de Mons. Luis Morales Reyes, y a partir de diciembre del 2000, de un servidor, la Diócesis de Torreón está comprometida en construir, en espíritu de comunión y con la participación de todos los sectores del Pueblo de Dios, una iglesia que siendo fiel al Evangelio, al Magisterio y a los grandes retos y desafíos del mundo moderno, sea capaz de hacer presente el Reino de Dios transformando la realidad lagunera con la fuerza del Evangelio”.

 

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No es menos importante y significativo el apoyo incondicional que tiene por el “alma mater” de nuestra diócesis; El Seminario diocesano de Santa María Reina. Con el deseo ferviente del aumento de pastores para la diócesis, Don José Guadalupe, se lanza a una experiencia nueva: “Abrir la etapa de la formación Teológica en nuestro seminario”. Con el reto de formar una plantilla de maestros capacitados para tal fin. Ello implicó desde la capacitación del personal docente hasta la profesionalización de los estudios ante la Secretaría de Educación Pública.

Durante su administración ha logrado erigir 15 nuevas parroquias; 2 en el campo y 13 en la ciudad. Actualmente la diócesis cuenta con 60 parroquias; 17 en el campo y 43 en la ciudad además de 10 capellanías fijas. Estas últimas se caracterizan por contar con la atención de un sacerdote de planta sin que sean propiamente parroquias. Nuestra Diócesis cuenta además con una plantilla de 99 sacerdotes diocesanos de los cuales 20 se encuentran en edad de 0 a 10 años de ordenación; 46, de 10 a 25 años de ordenación; 23,  de 25 a 40 años de ordenación y finalmente 10 sacerdotes que tienen de 40 años en delante de ordenación.

Seguirá la Iglesia de Torreón haciendo historia; seguirán surgiendo nuevos protagonistas en este afán y el pueblo seguirá recibiendo sus cuidados pastorales y su acompañamiento espiritual. Siempre será bueno para la sociedad el aporte y la pablara de los pastores que están ahí: “En el surco abierto y duro de la vida lagunera para sembrar la esperanza, la paz y el amor de Dios”.

Pbro.Francisco Javier Gómez O.

Lord I need you - Matt Maher
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